lunes, 19 de agosto de 2013

El Triángulo de las Bermudas

¡Buenas a todos locos de los píxeles!

Hoy vengo a hablar de tres conceptos básicos en fotografía, que son nada más y nada menos que el diafragma, el obturador y la sensibilidad iso.

Como ya sabréis, la materia prima necesaria para nuestras fotografías es la luz, que en nuestras cámaras réflex va pasando por determinados elementos que según estén configurados de una forma u otra, dejarán entrar más o menos luz con el fin de conseguir una foto con una correcta exposición. El diafragma, situado en las lentes y el obturador del cuerpo de nuestra cámara, son los encargados de regular el flujo de luz que incide sobre el sensor, que configurado con determinada sensibilidad ISO, se encarga de gestionar la cantidad de luz que ha llegado pudiendo amplificarla o no, para obtener la exposición correcta.


Para que nos entendamos, vamos a poner un ejemplo. Pensar que tenemos que llenar una botella de agua en el grifo de nuestra casa, podemos abrir más o menos el grifo, podemos dejarlo más o menos tiempo abierto o incluso utilizar una botella más pequeña. De lo que se trata es de llenar la botella de agua, si nos pasamos con el agua se saldrá, y si nos quedamos cortos, quedará medio vacía. Ahora, si cambiamos el agua por luz y llenar la botella por obtener una correcta exposición, abrir o cerrar el grifo para producir un flujo de agua mayor o menor, es similar al acto de modificar el diafragma de nuestra cámara. Dejar el grifo más o menos tiempo abierto sería igual a modificar el tiempo de obturación, y por último utilizar una botella muy pequeña, sería el equivalente a utilizar un número ISO muy elevado. Una botella que rebosa agua, es una fotografía sobre expuesta y una botella medio vacía sería una fotografía subexpuesta.


Después de entender todo esto, llegaremos a la conclusión de que tener el control de estas tres variables (diafragma, velocidad de obturación y sensibilidad ISO), es el que determinará que la exposición de nuestra fotografía.


Después de esta pequeña introducción, vamos a ver qué es cada cosa para que podáis ir pillando los conceptos y pasarlo a la cámara.




EL DIAFRAGMA


El diafragma está situado en nuestros objetivos o entre las lentes. Consta de unas láminas en forma de iris que podemos abrir o cerrar en una determinada posición para dejar pasar más o menos luz a la superficie del sensor (carrete en el caso de la fotografía analógica). El funcionamiento es muy parecido al de las pupilas de nuestros ojos. En un día soleado, nuestras pupilas se harán más pequeñas para dejar pasar menos cantidad de luz, al igual que por las noches aumentarán su tamaño para dejar pasar más luz, esto es así para dejar pasar más o menos luz al interior del ojo, a la retina.
 La abertura del diafragma la podemos controlar desde nuestra cámara y se asigna con un número . Este número f,  determina la cantidad de luz que entra por nuestra lente según el diámetro de abertura del diafragma y la focal que estemos utilizando. Los números f más pequeños, implican un diafragma más abierto y por lo tanto una mayor cantidad de luz en nuestra fotografía. Un diafragma cerrado, implicará una menor cantidad de luz y por lo tanto, nuestra toma queda oscura. También debemos tener en cuenta, que el diafragma  no sólo afecta a la cantidad de luz, cuanto más cerrado esté, más profundidad de campo conseguiremos en nuestras tomas.



              A medida que el diámetro del diafragma se hace mayor, el número f se hace menor.




EL OBTURADOR



El obturador, es un mecanismo situado en el cuerpo de nuestra cámara réflex, justo delante del sensor (o del carrete en el caso de las cámaras analógicas). 
Consta de dos cortinillas que se abren y cierran. Como el diafragma, se encarga de gestionar la cantidad de luz que entra en el sensor, pero a diferencia del diafragma que trabaja abriéndose más o menos, este lo hace durante más o menos tiempo. 
El obturador ayuda a conseguir diferentes efectos en nuestras tomas, si el tiempo de obturación es rápido, conseguiremos congelar el movimiento de los objetos, por el contrario si es lento, dará una sensación de movimiento.




LA SENSIBILIDAD

El número ISO determina la sensibilidad a la luz de nuestro sensor, y se puede cambiar en cada foto variando el valor del número ISO. 
Un número ISO bajo, implicará una sensibilidad a la luz menor que un número ISO alto. Cuanto mayor sea nuestro número ISO, menor será el tiempo de exposición necesario para una fotografía, o más podremos cerrar el diafragma. Si aumentamos la sensibilidad ISO, nos ayudará a disparar con velocidades de obturación más rápidas en condiciones de escasa luz, pero también aumentará el ruido en nuestra fotografía y bajará la calidad de la misma.



Bueno, después de todo esto, espero que podáis comprender un poco mejor estos tres conceptos básicos en la fotografía. Recordaros que podéis seguirme en twitterfacebook  y podéis seguirme por la calle si me encontráis!!!!! 


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